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miércoles, 22 de abril de 2009

HURTO DE FELICIDAD. ARTICULO DE IGOR DELGADO 17 AÑOS

Hurto de Felicidad



Me avergüenzo de ser humano. Tengo motivos de sobra. Enumerarlos todos haría de este texto un somnífero, pero no voy a poder evitar escribir alguno de ellos.
Como humanos que somos, pensamos que todo gira alrededor nuestro. Prueba de ello es que hasta que no se demostró lo contrario, estábamos firmemente convencidos de que nuestro planeta era el centro del Universo. Curiosamente (y como era de esperar), Galileo Galilei, primer occidental que propuso el sistema heliocéntrico, se vio obligado a enfrentarse a la Inquisición, y tuvo que renegar de su sistema.
De pequeño siempre pensé que, como nosotros, todos los animales veían el mundo a su manera, sintiéndose también el centro de todo lo que les rodea, y mirándonos, tanto a los de nuestra especie, como al resto de especies, por encima del hombro, sintiéndose superiores, como hacemos nosotros. Me gustaba pensar eso, sentirme igual a los demás seres, sentirme, en cierto modo, parte de la naturaleza. Pero ya no lo pienso. No puedo pensarlo.
He visto largas columnas de humo extendiéndose por el cielo, ensuciándolo, brotando de chimeneas que el hombre ha construido. He visto grandes puertos arrebatarle dominios al mar, y desaparecer grandes llanuras bajo toneladas de hormigón con forma de ciudad. Hemos pisado la luna, por el “avance de la ciencia” dicen, tratándose únicamente de una cuestión de orgullo, rivalidad y dominación entre nosotros, gastando en ello el dinero de personas que no serán mas felices por ver una huella humana en la superficie lunar. He visto a los hombres acabar con especies enteras de animales, en su propio beneficio, incluso les he visto matarse entre ellos, hasta llegar al punto de masacrarse por dinero, ideas, religiones, tierras y un demasiado largo etcétera. Si nos matamos entre los de nuestra especie, ¿qué no haremos con el resto del planeta?
La razón. Es lo que nos diferencia de las demás especies, que actúan por instinto, y lo que nos hace perversos, a menos que cosas como la Religión (que también es objeto de grandísimas perversiones) o la conciencia (que hay que edificar mediante la educación) lo eviten. La razón nos empuja a buscar la felicidad, pero un mal uso de ella impedirá a otros seres ser felices.
El problema es la manera de buscar la felicidad. Es ser humano en un grandísimo porcentaje tiene una manera equivocada de buscar la felicidad. Una manera que hace infelices a los demás, o podría hacer infelices. El militar que dispara su arma está robando felicidad a los seres queridos del hombre que han atravesado sus balas. El empresario cuya empresa tala árboles está robando felicidad al anciano que disfrutaba viendo el monte cubierto de un precioso bosque. Cada árbol que cae es un soplo de vida que se le escapa al anciano. El dueño de la empresa que provoca la lluvia ácida está robando felicidad a los ciudadanos que ven su ropa agujereada en el colgador. El cazador que mató a todos los conejillos del monte del joven campesino que le gustaba jugar con los conejillos le robó felicidad a aquél joven campesino.
No conseguimos la felicidad, la robamos, de una manera u otra. Tan solo cambiar el punto de vista, o el amor, o quizás un libro de autoayuda, o quién sabe cuantas cosas que no hacen daño a nada ni a nadie nos pueden brindar la verdadera y completa felicidad.
Si escribo todo esto, es por intentar ganar esos cuantos euros que me brindarían cierta cantidad de felicidad, y para poder sentirme orgulloso (si se diese el caso) de haber ganado un premio. Pero les estaría robando felicidad a aquellos que no lo hayan ganado, por lo que esto podría considerarse una contradicción, entonces la culpa sería de la organización del concurso, pero esto forma parte de la costumbre del ser humano de culpar a los demás. De todas maneras, si que me gustaría remover alguna conciencia. No voy a cambiar el mundo, pero pretendo poner mi granito de arena. Con todo esto no quiero decir que no quiera el premio. El mundo está lleno de contradicciones.

1 comentario:

  1. La frase final el mundo está lleno de contradicciones es el colofon de tus expresiones.
    Y lo que queda por ver eso es peor.
    SALUDITOS

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